La globalización es positiva para el arte y la cultura.

El criterio estético, la belleza, la luz, el color, son nociones que están despertándose en los nuevos consumidores de arte. Pero… como se consume arte ahora? Si las galerías siguen teniendo el mismo público de siempre… Pues bien, aunque parezca mentira las redes sociales han educado al público “arte-demandante” dándole una cantidad de información que ni 1000 museos juntos.
El nuevo consumidor de arte no va a ningún lugar a que le expliquen que arte tiene que consumir y porqué. Aunque para unos les parezca que están naciendo nuevos “catetos” para mi gusto creo que están naciendo nuevos entendidos en arte, ahora el juicio estético es más popular, incluso me atrevería a decir que menos simple, pues nos hemos inventado infinidad de combinaciones, mezclas de estilos, estilos puros, estilos diferenciados por etnias o por geografías que conviven e puntos específicos; Antiguanmente la influencia artísitica de un artisca de España con uno de Japón era nula, sin embargo hoy día ambos dos pueden alimentarse del otro, sin que esto interfiera en la interpretación cultural de cada uno.
Este último argumento puede ser rebatido por los partidarios de la antiglobalización, y es más que respetable, estoy de acuerdo en que la ruptura de barreras geográficas con fines comerciales está asaltando las ventanas culturales de cada región e incluso puede calificarse de “perturbación” del purismo. Pero ahora suelto un problema matemático.
Supongamos que tenemos 10 culturas “puras” y las entrelazamos entre sí para dar pié a otras nuevas corrientes, daría resultado a 100 nuevas microculturas, por lo que a mí entender la globalización está creando riqueza cultural.
Pero también estoy de acuerdo en que el arte tiende a homogeneizarse en la medida en que se consume, es decir, los criterios estéticos tienden a estandarizarse en el plano “popular” pero con todos mis respetos esto pasas en todos los hábitos, la moda, la música, el cine, lo popular y lo barato es lo que empobrece el arte. La mezcla cutural no puede más que enriquecernos.
Viva el arte!