CÓMO NACE EL IMPULSO DE CREAR

CÓMO NACE EL IMPULSO DE CREAR
Es tarde de invierno, de esas en las que el sol cae temprano. Tomamos café con Jaime en el altillo de su nuevo estudio (su segundo bebé). Charlando y riéndonos con anécdotas entre obras de arte que han inspirado y siguen inspirado su trabajo, nos cuenta:
“Antes de dedicarme al 100 a la pintura me preguntaba, ¿seré capaz de pintar todos los días, cuando sea un deber, más hallá de mi placer?”, sonríe mientras su mirada divaga por la estancia. “Realmente, no cuesta tanto”, reímos. Jaime comenta que cuando trabajaba en otra empresa, esa organización metódica y cuadriculada sí era mucho más disciplinaria. Ahora, aun siendo una “pequeña empresa”, en la que hay que organizar desde pedidos, acciones de comunicación, materiales, etc. Al ser puro placer, es una forma de desconectar de su cotidianidad, para dar paso a la imaginación. “Si es cierto que al depender todo de ti y de tu trabajo, hay una cierta presión, un proceso que no se puede parar. Pero eso nos da gasolina y vida para seguir”, sonríe mientras juega con la visera de su gorra.
Hablando de inspiración, Jaime comenta con pausa que “todo objeto es susceptible de inspirarle”. Escarbando más a fondo, admite que la arquitectura, el diseño y muchos otros artistas son parte de la inspiración de su obra. “Cualquier forma, me da qué pensar”, sentencia y nos deja cuadrados en el sillón. “Miro esa lampara, y me la imagino al revés, dándole otra forma”, señala con la misma ilusión que un niño el día de Reyes. “Una mesa, la miro y me imagino transformarla y me pregunto: ¿podría convertirla en un paragüas?” admite con sinceridad y sonreímos de admiración. “Ahora pinto, mediante el dibujo creo caras. Pero no son simples rostros, los miro, coloco el ojo en otro lugar que aparentemente no cuadra… pero sí, sigue siendo un rostro ya que tiene todos los elementos”, nos cuenta mientras da rienda suelta a su creatividad dibujando en un folio. “En todas las etapas de mi vida he sido fan de mirar las cosas con perspectiva. No hay una verdad absoluta, sino maneras de narrarlas, puntos de vista…”
Artista con ambición en su propia obra, nos admite que no solo le basta con pintar. “Siempre que me siento a crear intento hacer algo diferente, que me aporte, que me llene y sorprenda. Tengo pequeños dibujos en trozos de papel, que a muchas personas no le sorprenderá pero yo les guardo un cariño enorme porque es la primera vez que pinté una nariz al revés, un ojo de otra forma y gracias a ello marco una nueva etapa en mi obra”, sentencia Jaime con plenitud y tranquilidad.
El café se ha quedado a la mitad y ya está frío, pero esta charla entre amigos ha merecido la pena.
Hasta el próximo café en el estudio de Más cara que espalda.